Mi piel ha pasado por muchísimas fases, primero era grasa (en la adolescencia), después la tuve seca una temporada que tomé anticonceptivos. Ahora, al dejarlos, se volvió grasa de nuevo y aparecieron los dichosos granitos que me traen por la calle de la amargura. Por eso decidí acudir al especialista. Mi caso no es tan grave como para tomar antibióticos orales (como el Roacután) por eso me recetó una pomada antibiótica (Tactuoben) y me recomendó utilizar una crema para el tratamiento de los granos. (Diacneal de Avéne).
Desde entonces soy de lo más escrupulosa con la rutina facial.

Por las noches me limpio el rostro con el gel Cleanance que es totalmente neutro y no contienen jabón, es específico para las pieles grasas. Después me aplico la pomada y cuando se ha absorvido la crema Diacneal. En muchas ocasiones me noto la piel muy tirante y me escuece cuando me doy estos dos últimos productos, por eso me vaporizo un poco de Agua Termal que me calma un poco la piel.
Por las mañanas me lavo la cara con agua fría y después me aplico la emulsión Clean ac que es una crema hidratante para regular los brillos. El maquillaje es el tema más complicado porque también utilizo el de la misma línea, Couvrance. (En la próxima entrada os hablaré un poco de esta base, pero os adelanto que me ha gustado bastante).

Todas las que tengáis mi problema entenderéis estos cambios pero hay que tener paciencia para tener la piel lo más sana posible. Yo voy mejorando poco a poco con mi problema y espero que pronto pueda volver un poco a una rutina más normal.
Fuente imágenes: www.avene.com.au